jueves, 23 de diciembre de 2010

¿Los periodistas sobramos?

Para dar un poco de vida a este espacio, reproduzco un artículo de Ignacio Escolar que me ha parecido interesante:

En otra prueba más de que el consenso no es tan difícil cuando hay algún asunto de verdadero interés general, PSOE, PP, CiU y PNV han aprobado esta semana en el Congreso la esperada reforma de la ley electoral. Han tardado dos años y trae dos noticias. La primera: que la ley cambia para que todo siga igual; que el sistema de asignación de escaños por provincias seguirá penalizando a las minorías dispersas geográficamente –como IU o UPyD–, que continuarán pagando por cada diputado muchos más votos que los demás. La segunda: que los grandes partidos y sus bisagras periféricas también han pactado imponer a los informativos de televisión de las cadenas privadas la misma aberración antiperiodística que ya rige en las emisoras públicas: los bloques de información electoral por cuota.
Cuando llegue una campaña, si la ley no cambia en el Senado, los periodistas de televisión tendrán que coger el cronómetro y otorgar un tiempo tasado a cada partido proporcional a los votos que consiguieron la vez anterior. Dará igual lo que hagan los políticos, dará igual lo que digan. Dará igual si se molestan en responder a los periodistas o si se limitan a soltar su mitin: cada candidato tendrá cada día de campaña su parcelita garantizada en televisión. Es una imposición inaudita, desconocida en el mundo civilizado, que nos dejará un periodismo aún peor; una nefasta ley a la que hay que sumar esa extendida costumbre de nuestros políticos de convocar pseudoruedas de prensa sin preguntas, donde los periodistas sólo vamos a ver, oir y callar.
Esta misma noche, para rematar, se despide de la antena el maestro Iñaki Gabilondo. Que el periodista con más prestigio de España no tenga hueco en una tele donde reina Belén Esteban es algo que va más allá de la obscenidad.
Ignacio Escolar
"Público" 23/12/2010