miércoles, 9 de febrero de 2011

Becarios y precarios hasta los 40

Uno se pregunta cómo ser joven y no “morir” –de hambre- en el intento; puede que esa frase recuerde al título de una película pero, por desgracia, no lo es… aunque, estaríamos ante un dramón con mayúsculas. Vivimos una época peculiar en la que, de nuevo, se buscan trabajos bien remunerados en Alemania o en Disneyland París. Amigos, parece que toca emigrar. No me preocupa jubilarme a los 67 o a los 65. Me inquieta lo que pueda sucederme ahora, el hoy, porque de ello dependerá el mañana, ese futuro que a todos nos gusta imaginar. Lamentablemente, los contratos precarios no son compatibles con la planificación ni con el desarrollo una vida realmente adulta e independiente. Se nos dijo que la formación nos abriría muchas puertas (las del Servicio de Empleo quizá sí…). Pues bien, nos hemos formado, casi hasta llegar a coleccionar títulos, hablamos idiomas y algunos hasta han recorrido buena parte del mundo para conocer otras culturas y bla bla bla. El caso es que, ahora, no nos dejan demostrar qué podemos hacer con todo ese “saber” acumulado y, cuando nos permiten trabajar, o no nos dan de alta en la Seguridad Social o nos vemos obligados a asumir que seremos becarios hasta cumplir los cuarenta. ¡Bien! Así, con un poco de suerte, cuando tenga 73 podré optar a un crédito para comprarme un piso. La generación ni-ni dicen… y una mierda. Así las cosas no es extraño que uno piense si es posible, de verdad, cambiar las cosas. Todo se andará.

1 comentario:

  1. las pensiones... otro fraude. que se dejen de 67 años o de 80 que lo que hacefalta es que nos dejen trabajar

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