martes, 5 de octubre de 2010

Hablemos de sentimientos

Tengo la sensación de que siempre me planteo preguntas absurdas, la de hoy es la siguiente: ¿tenemos miedo de pronunciar (o escribir) ciertas palabras? No cualquier palabra, me refiero a aquellas que tienen que ver con lo que sentimos. Alguien me decía el otro día que carecemos de la más mínima formación sentimental; nadie nos enseña a querer o a dejar de hacerlo. Ni siquiera sé si es posible dejar de amar… ¿Se le puede poner fin a ese sentimiento concreto o, simplemente, aprendemos a ignorarlo? Quizá sólo seamos capaces de cambiarlo de sitio, de hacerlo vivir –o revivir- en otra persona…
La verdad es que este texto no lleva a ninguna parte, pero ¿qué podemos hacer cuando alguien que nos quiere, sin darse cuenta, nos hace daño? Cómo decirle: “no lo sabes, pero me estás arruinando la vida", o al menos una parte de ella. Tal vez la única solución pase por salir corriendo, olvidarse de todo y de todos y empezar a VIVIR muy lejos; para eso, creo, hay que ser valiente. Yo no lo soy.

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