Dos, ¿sólo un número?
Despertó a su lado, feliz; porque sabía que aquellos labios volverían a besarle. Dos cuerpos, nada más. En aquel momento, el mundo se reducía a ellos dos, allí tumbados. Los problemas podían esperar.
En esto del amor, uno y uno no siempre suman dos pero, esta vez, sí salían las cuentas. ;-)
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